Columnas publicadas en el suplemento Tendencias del diario La Tercera, aparecen sábado por medio.
lunes, 15 de marzo de 2010
Buenos días.
Acá está lo que pienso del terremoto. Ojalá que esta catástrofe sea como la embolia que le da al viejo mañoso y mala onda y que después de ver la muerte tan cerca, se da cuenta que ha perdido el tiempo y cambia radicalmente su forma de vivir.
Don Marcelo, interesante columna que me hizo pensar sobre los arquetipos y las opciones de vida
Creo que será muy difícil que aquellos que hemos nacido como primogénitos y que hemos sido “educados” para hacer honor a esa condición, no nos sintamos identificados con el mayor de los hermanos por usted descritos…
Cuánto nos pesa y nos marca en la vida la condición de ser el mayor y sus consecuentes, complejas y castrantes obligaciones, tales como; tener que hacer siempre lo correcto, tener que estar siempre atentos para que todo se haga como “debe ser”, tener que asumir el que toda la familia cumpla con lo establecido y ser la piedra angular, el que no puede fallar, ni mostrar debilidad, miedo o siquiera dudas o sentimientos… Y cuán errados estamos al pretender que todo ello pase, asumiendo una responsabilidad absurda, irreal, que no sólo nos daña a nosotros, sino también a quienes nos rodean…
Créame usted que entiendo a ese asturiano amargado, cansado, agobiado e infeliz, porque al igual que él y que la inmensa mayoría de los primogénitos de familias españolas de corte patriarcal, he debido cargar con esa cruz por décadas. Esa cruz que nos obliga a ser lo que “debemos” ser y no lo que somos, esa carga que nos impide siquiera preguntarnos qué somos o queremos en y de la vida y nos deja como único norte el camino ya trazado por otros…
Ser el primogénito no es fácil, como tampoco lo es ser el Benjamín (normalmente opacado por la figura de su antecesor) y difícil también es ser el del en medio o el único… Vivir no es fácil porque no tenemos experiencia en ello, todos estamos acá por primera vez (al menos en este cuerpo y vida) y por tanto son muchos los errores que cometemos, lo importante es tomar conciencia de ello y poder decir: esto no funciona, intentaré por otro lado…
Qué pena sentí por ese viejo asturiano que no vivió su vida sino sólo la que le dijeron que debía vivir y con la que claramente le fue imposible alcanzar la felicidad o “algo” siquiera, pese a todo ese aparente egoísmo, nada le fue propio, nada logró ni alcanzó por si ni para si (Cómo no iba a ser amargado, cascarrabias insomne y solitario…)
Para que su deseo de construir una mejor sociedad se haga realidad, me parece que es menester que, en primer lugar, cada uno de nosotros seamos capaces de romper los moldes pre-establecidos para nuestras vidas y aprendamos a vivirla libremente, dejando de lado el deber ser y asumiendo sólo lo que se es (o lo que se está siendo como dice la psicología moderna). Creo que sólo con individuos sanos, que sean capaces de vivir sus vidas guiados por lo que hay dentro de ellos y no por lo que otros dicten, se puede formar una sociedad sana… Quizá a ello se refiere Fukuyama cuando hace la diferencia entre individualismo e individuismo…
Mis saludos a los primogénitos, los benjamines y a todos aquellos que se han atrevido a vivir sus vidas sin preocuparse de respetar los arquetipos que debieron regirla (y toda mi compasión a quienes no lo hicieron…)
Como siempre, mis deseos de que la paz, la luz , el amor y la libertad inunden su vida (y pueda así romper los arquetipos que supuestamente debían regir su vida) y todo mi afecto para usted,
Hola Marcelo: Me identificó mucho lo que escribiste el sábado acerca del terremoto. Comparto absolutamente el diagnóstico y el sentimiento de que un cataclismo de estas magnitudes debería hacernos reaccionar, ya que es la oportunidad perfecta. Tengo que confesar que siento un poco de desilusión cuando escucho que ya las cosas están volvienda a la normalidad y que poco a poco podremos retomar nuestra vida normal... NOOOOOOOOOOOO!!!! que ganas de que nada vuelva a ser como antes y que tal como planteas en tus esperanzadoras palabras podamos levantar otro Chile. Lamentablemente creo que el modelo económico que hemos adoptado en nuestra sociedad, que al parecer es muy adecuado y conveniente, tiene enquistado un cáncer que es difícil de extirpar, generando sociedades consumistas, individualistas e insanamente competitivas. El lunes siguiente al terremoto un amigo me comentó que le había tocado ir al Parque Arauco y que estaba lleno, que la gente estaba comprando enajenada... ya no víveres y agua como me tocó verlo el día anterior en un hipermercado, sino ropa, joyas y perfumes de la nueva colección otoño-invierno... me pareció obsceno. sin embargo, si uno analiza fríamente, en este modelo es necesario y bueno que la gente no pare de consumir por que de esa forma alejamos una probable recesión del horizonte y por lo tanto evitamos el desempleo que sería nefasto en estos momentos. Es absurdo que el derroche y gasto en exceso de un sector de la población sea necesario para que el resto de los chilenos - la mayoría - pueda con su esfuerzo, intentar reconstruir parte de lo perdido, o conservar al menos sus empleos. Si uno es racional, capaz que convenga más gastar en exceso en estos días en lugar de hacer donaciones en Chile ayuda a Chile. Va a ser difícil que nos transformemos en el hermano menor de los amigos de tu abuelo si de esa forma, dado el modelo económico, probablemente agravemos el problema. Creo que el modelo debe ser revisado si realmente queremos ser una sociedad más humana y de pasadita vivir más tranquilos, sin riesgos de saqueos y otras subversiones que a la luz de esta reflexión parece una reacción natural. Muchas gracias por este espacio de opinión Saludos Daniela
Hola Daniela, gracias por tus palabras y por tomarte el tiempo de escribir. Estoy de acuerdo contigo en que la culpa de todo esto es del sistema económico que más que adoptar fue impuesto, antes Chile no era así, eso está claro, como también lo está el que nada es para siempre, por lo que más temprano que tarde se cambiará este sistema por, esperemos, uno mucho mejor. Soñar no cuesta nada y sinceramente creo que este es un gran momento para que como sociedad cambiemos el foco y dejemos de valorarnos por las cosas que tenemos, lamentablemente no le tengo nada de fe a este gobierno en términos sociales y humanos, pero bueno, los pueblos tienen los gobiernos que se merecen, así que si empezamos a cambiar nosotros primero, individualmente, con el tiempo quizás logremos un cambio mayor... el poder de uno que le llaman. Muchas gracias nuevamente Daniela y como ya es tradición, muchas gracias don Rolando por sus aportes y comentarios Saludos Marcelo
Papita...puta que cierto y sabia conclusión, me gustó mucho!!! Ojalá que el soñar con un pais de personas buenas, generosas y nobles no sea sólo un sueño, sino una realidad futura. Un abrazo
Siempre es un placer leerle y escribirle don Marcelo...
En cuanto al tema de la posible influencia del terremoto en un cambio social, a mi humilde e ignorante entender, más que sismos que muevan la tierra y derriben casas, lo que se necesita para generar ese "cambio", son terremotos que sacudan conciencias y destruyan paradigmas...
Ojalá que este cataclismo sirva, al igual que esa embolia, para despertar a muchas personas y que a través de sus cambios personales, se logre reconstruir, o mejor dicho; CONSTRUIR la sociedad que todos los que acá hemos escrito quisiéramos (confío en que cada uno de nosotros ya estará poniendo su granito de arena y no estará esperando a los demás o a que el "terremoto" genere los cambios...)
Don Marcelo, interesante columna que me hizo pensar sobre los arquetipos y las opciones de vida
ResponderEliminarCreo que será muy difícil que aquellos que hemos nacido como primogénitos y que hemos sido “educados” para hacer honor a esa condición, no nos sintamos identificados con el mayor de los hermanos por usted descritos…
Cuánto nos pesa y nos marca en la vida la condición de ser el mayor y sus consecuentes, complejas y castrantes obligaciones, tales como; tener que hacer siempre lo correcto, tener que estar siempre atentos para que todo se haga como “debe ser”, tener que asumir el que toda la familia cumpla con lo establecido y ser la piedra angular, el que no puede fallar, ni mostrar debilidad, miedo o siquiera dudas o sentimientos… Y cuán errados estamos al pretender que todo ello pase, asumiendo una responsabilidad absurda, irreal, que no sólo nos daña a nosotros, sino también a quienes nos rodean…
Créame usted que entiendo a ese asturiano amargado, cansado, agobiado e infeliz, porque al igual que él y que la inmensa mayoría de los primogénitos de familias españolas de corte patriarcal, he debido cargar con esa cruz por décadas. Esa cruz que nos obliga a ser lo que “debemos” ser y no lo que somos, esa carga que nos impide siquiera preguntarnos qué somos o queremos en y de la vida y nos deja como único norte el camino ya trazado por otros…
Ser el primogénito no es fácil, como tampoco lo es ser el Benjamín (normalmente opacado por la figura de su antecesor) y difícil también es ser el del en medio o el único… Vivir no es fácil porque no tenemos experiencia en ello, todos estamos acá por primera vez (al menos en este cuerpo y vida) y por tanto son muchos los errores que cometemos, lo importante es tomar conciencia de ello y poder decir: esto no funciona, intentaré por otro lado…
Qué pena sentí por ese viejo asturiano que no vivió su vida sino sólo la que le dijeron que debía vivir y con la que claramente le fue imposible alcanzar la felicidad o “algo” siquiera, pese a todo ese aparente egoísmo, nada le fue propio, nada logró ni alcanzó por si ni para si (Cómo no iba a ser amargado, cascarrabias insomne y solitario…)
Para que su deseo de construir una mejor sociedad se haga realidad, me parece que es menester que, en primer lugar, cada uno de nosotros seamos capaces de romper los moldes pre-establecidos para nuestras vidas y aprendamos a vivirla libremente, dejando de lado el deber ser y asumiendo sólo lo que se es (o lo que se está siendo como dice la psicología moderna). Creo que sólo con individuos sanos, que sean capaces de vivir sus vidas guiados por lo que hay dentro de ellos y no por lo que otros dicten, se puede formar una sociedad sana… Quizá a ello se refiere Fukuyama cuando hace la diferencia entre individualismo e individuismo…
Mis saludos a los primogénitos, los benjamines y a todos aquellos que se han atrevido a vivir sus vidas sin preocuparse de respetar los arquetipos que debieron regirla (y toda mi compasión a quienes no lo hicieron…)
Como siempre, mis deseos de que la paz, la luz , el amor y la libertad inunden su vida (y pueda así romper los arquetipos que supuestamente debían regir su vida) y todo mi afecto para usted,
Rolando
Hola Marcelo:
ResponderEliminarMe identificó mucho lo que escribiste el sábado acerca del terremoto. Comparto absolutamente el diagnóstico y el sentimiento de que un cataclismo de estas magnitudes debería hacernos reaccionar, ya que es la oportunidad perfecta.
Tengo que confesar que siento un poco de desilusión cuando escucho que ya las cosas están volvienda a la normalidad y que poco a poco podremos retomar nuestra vida normal... NOOOOOOOOOOOO!!!! que ganas de que nada vuelva a ser como antes y que tal como planteas en tus esperanzadoras palabras podamos levantar otro Chile.
Lamentablemente creo que el modelo económico que hemos adoptado en nuestra sociedad, que al parecer es muy adecuado y conveniente, tiene enquistado un cáncer que es difícil de extirpar, generando sociedades consumistas, individualistas e insanamente competitivas.
El lunes siguiente al terremoto un amigo me comentó que le había tocado ir al Parque Arauco y que estaba lleno, que la gente estaba comprando enajenada... ya no víveres y agua como me tocó verlo el día anterior en un hipermercado, sino ropa, joyas y perfumes de la nueva colección otoño-invierno... me pareció obsceno. sin embargo, si uno analiza fríamente, en este modelo es necesario y bueno que la gente no pare de consumir por que de esa forma alejamos una probable recesión del horizonte y por lo tanto evitamos el desempleo que sería nefasto en estos momentos.
Es absurdo que el derroche y gasto en exceso de un sector de la población sea necesario para que el resto de los chilenos - la mayoría - pueda con su esfuerzo, intentar reconstruir parte de lo perdido, o conservar al menos sus empleos. Si uno es racional, capaz que convenga más gastar en exceso en estos días en lugar de hacer donaciones en Chile ayuda a Chile.
Va a ser difícil que nos transformemos en el hermano menor de los amigos de tu abuelo si de esa forma, dado el modelo económico, probablemente agravemos el problema. Creo que el modelo debe ser revisado si realmente queremos ser una sociedad más humana y de pasadita vivir más tranquilos, sin riesgos de saqueos y otras subversiones que a la luz de esta reflexión parece una reacción natural.
Muchas gracias por este espacio de opinión
Saludos
Daniela
Hola Daniela, gracias por tus palabras y por tomarte el tiempo de escribir. Estoy de acuerdo contigo en que la culpa de todo esto es del sistema económico que más que adoptar fue impuesto, antes Chile no era así, eso está claro, como también lo está el que nada es para siempre, por lo que más temprano que tarde se cambiará este sistema por, esperemos, uno mucho mejor. Soñar no cuesta nada y sinceramente creo que este es un gran momento para que como sociedad cambiemos el foco y dejemos de valorarnos por las cosas que tenemos, lamentablemente no le tengo nada de fe a este gobierno en términos sociales y humanos, pero bueno, los pueblos tienen los gobiernos que se merecen, así que si empezamos a cambiar nosotros primero, individualmente, con el tiempo quizás logremos un cambio mayor... el poder de uno que le llaman.
ResponderEliminarMuchas gracias nuevamente Daniela y como ya es tradición, muchas gracias don Rolando por sus aportes y comentarios
Saludos
Marcelo
Papita...puta que cierto y sabia conclusión, me gustó mucho!!! Ojalá que el soñar con un pais de personas buenas, generosas y nobles no sea sólo un sueño, sino una realidad futura.
ResponderEliminarUn abrazo
Carola
Siempre es un placer leerle y escribirle don Marcelo...
ResponderEliminarEn cuanto al tema de la posible influencia del terremoto en un cambio social, a mi humilde e ignorante entender, más que sismos que muevan la tierra y derriben casas, lo que se necesita para generar ese "cambio", son terremotos que sacudan conciencias y destruyan paradigmas...
Ojalá que este cataclismo sirva, al igual que esa embolia, para despertar a muchas personas y que a través de sus cambios personales, se logre reconstruir, o mejor dicho; CONSTRUIR la sociedad que todos los que acá hemos escrito quisiéramos (confío en que cada uno de nosotros ya estará poniendo su granito de arena y no estará esperando a los demás o a que el "terremoto" genere los cambios...)
Saludos afectuosos, su amigo,
Rolando
Bendiciones Marcelo!
ResponderEliminarMuchas gracias Carola (imagino que eres la Leyton), gracias amigo Don Rolo y gracias don anónimo por sus bendiciones, nunca están de más.
ResponderEliminarMarcelo
y todavía no sabes quien es rolando???
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