Una interesante columna, sobre uno de los componentes de nuestra idiosincracia nacional (o humana)...
Personalmente no puedo criticar a las féminas playeras, ya que he sido de esos que en más de una ocasión (muchísimas más de una para ser más sinceros) opté por el pelambre... Indigno soy entonces de lanzar el primer pelambre....
Casi siempre motivados por ese afán de querer sentirnos aceptados, caemos reiteradas veces en el "juego" de hacernos los "graciosos", y "echamos la talla" a costa de otros (ello resulta siempre más fácil que el verdadero humor), o tratamos de demostrar que "sabemos cosas" y entonces nos entregamos a decir aquello que no deberíamos de los demás, o ese siempre recurrente afán de hacer ver nuestra "mayor valía" a través de menospreciar al otro (algo también más "fácil" que el proyectar esa valía a través de los méritos propios de los que creemos carecer)... Como sea, tratamos de que nos acepten actuando en contra de lo que es nuestra verdadera esencia... Paradójico ¿no?...
Ojalá que las protagonistas de esta entretenida columna, terminen por aprender que lo trascendente no es hablar sino aprender del otro ... (y que ello les implique menos tiempo y cacharreos de lo que a mí me ha tomado...)
Como siempre; mis deseos de que la luz la paz, el amor y la libertad colmen su vid. Todo mi amor y mi admiración para usted...
así es don Roland... hablar mal del otro es humos del fácil, lo difícil es hablar las cosas de frente... pero bueno, nadie está libre de pecado, el tema es darse cuenta a tiempo y no abusar... saludos
Marcelo: Un poco de curiosidad y copucheo mejora el espíritu y el humor. Ahora bien, ¿quien le va a hacer entender a tu esposa chilena que el episodio de la playa fue sólo una inocente travesura de "voyeur", asociada a tu afán periodístico?
Yo coincido con Iván y pienso en el momento en que la "bruja" se entere y te tenga a mano. Creo que, remedando tu párrafo final, de poco te va a servir "gritar de vergüenza, taparte lo poco (o mucho) que tengas que tapar e irte para atrás sin ganas de espiar a nadie más". Un saludo.
BravoooO! pucha que me río con tus columnas... me encantan.
ResponderEliminarNooo no encuentro la columna de "Don Chape". Buu debí haberla recortado ;_;.
ResponderEliminarahora si: Saludos!!
saludos!
ResponderEliminarUna interesante columna, sobre uno de los componentes de nuestra idiosincracia nacional (o humana)...
ResponderEliminarPersonalmente no puedo criticar a las féminas playeras, ya que he sido de esos que en más de una ocasión (muchísimas más de una para ser más sinceros) opté por el pelambre... Indigno soy entonces de lanzar el primer pelambre....
Casi siempre motivados por ese afán de querer sentirnos aceptados, caemos reiteradas veces en el "juego" de hacernos los "graciosos", y "echamos la talla" a costa de otros (ello resulta siempre más fácil que el verdadero humor), o tratamos de demostrar que "sabemos cosas" y entonces nos entregamos a decir aquello que no deberíamos de los demás, o ese siempre recurrente afán de hacer ver nuestra "mayor valía" a través de menospreciar al otro (algo también más "fácil" que el proyectar esa valía a través de los méritos propios de los que creemos carecer)... Como sea, tratamos de que nos acepten actuando en contra de lo que es nuestra verdadera esencia... Paradójico ¿no?...
Ojalá que las protagonistas de esta entretenida columna, terminen por aprender que lo trascendente no es hablar sino aprender del otro ... (y que ello les implique menos tiempo y cacharreos de lo que a mí me ha tomado...)
Como siempre; mis deseos de que la luz la paz, el amor y la libertad colmen su vid. Todo mi amor y mi admiración para usted...
Su amigo,
Rolando
así es don Roland... hablar mal del otro es humos del fácil, lo difícil es hablar las cosas de frente... pero bueno, nadie está libre de pecado, el tema es darse cuenta a tiempo y no abusar...
ResponderEliminarsaludos
Marcelo:
ResponderEliminarUn poco de curiosidad y copucheo mejora el espíritu y el humor. Ahora bien, ¿quien le va a hacer entender a tu esposa chilena que el episodio de la playa fue sólo una inocente travesura de "voyeur", asociada a tu afán periodístico?
Yo coincido con Iván y pienso en el momento en que la "bruja" se entere y te tenga a mano. Creo que, remedando tu párrafo final, de poco te va a servir "gritar de vergüenza, taparte lo poco (o mucho) que tengas que tapar e irte para atrás sin ganas de espiar a nadie más". Un saludo.
ResponderEliminarIván no conoces a mi chica... es la mujer maravilla, confía tanto en mi como yo en ella... muchas gracias por el comentario...
ResponderEliminarTranqui Raimundo, ya lo hablamos y no hay rollo, somos una pareja moderna y progre... también se agradece el comentario...
Marcelo